Imagina: Acaba de salir el sol, y recién acabas de llegar a la ciudad. Tienes ganas de comer algo rico antes de empezar el recorrido por la zona, o de irte al evento que tanto has esperado.

¿A dónde ir?. A continuación te dejamos tres opciones donde los ingredientes naturales, el servicio y el ambiente del lugar sorprenderán hasta a los comensales más exigentes.

1. Mía de pies a cabeza: Un lugar donde se respira calma, a 15 minutos caminando del Jardín Principal. Para los paladares dulces, hay platillos como la Burrata, hecha con durazno, nuez garapiñada e higo. Si quieres algo consistente, pero más fresco, prueba el tiradito de langosta. Visita el jardín de té, su concepto de cocina abierta, y la selección de jugos frescos. No olvides que puedes llevar a tus mascotas.

2. Rústica:Ubicado en la Ancha de San Antonio, conocida también como “la calle del hambre”, este restaurante “ama” el desayuno. Podrás elegir entre chilaquiles, tacos del Medio Oriente, hotcakes con ricotta y limón, entre otros tantos platillos; todos hechos de manera artesanal, con ingredientes frescos y orgánicos.

3. Jacques:Acogedor, artístico, escondido en un pequeño callejón en el centro de San Miguel de Allende. Se especializa en desayunos y brunch, con sándwiches de pan pita, bowls, smoothies, vinos naturales y cerveza artesanal.

Te recomendamos llegar temprano, porque suelen estar muy lleno, aunque usualmente la espera no es tan larga. Al ser lugares de desayuno/brunch, Jacques y Rústica cierran a las 4 p.m. y las 5 p.m. respectivamente; tómalo en cuenta para no quedarte con las ganas.